A través del desarrollo e implementación de estrategias enfocadas en prevenir, mitigar y reducir progresivamente, los impactos ambientales generados por sus operaciones, aplican acciones enfocadas a la preservación, conservación y restauración de los ecosistemas.
De acuerdo con información de la Secretaría de Economía, al cierre de 2023 se registraron poco más de 23 mil títulos de concesión minera vigentes, los cuales cubren 13.4 millones de hectáreas del territorio nacional; es decir, un 6.86% del mismo. De éstos, se estima que las concesiones en producción cubren un área de 2.9 millones de hectáreas, es decir, 1.51% del territorio nacional, mientras que las estimaciones para la superficie que ocupan las áreas productivas corresponde tan solo al 0.08% del territorio nacional.
Las áreas productivas del sector minero ocupan el 0.08% del territorio nacional
Área |
Hectáreas |
Proporción del territorio nacional (%) |
Nacional |
196,018,900 |
|
Concesionada |
13,441,705 |
6.86 |
En producción |
2,957,337 |
1.51 |
Área Productiva |
147,867 |
0.08 |
Fuente: SHCP
Área Concesionada
Casco Antiguo
Área en Producción
Zona de Institutos
Área Productiva
Espacio Escultórico
El cierre de una operación minera es parte integral de su ciclo de vida. La planeación conceptual del cierre de una mina inicia desde las primeras etapas del proyecto, con el propósito de establecer los criterios y lineamientos para garantizar la seguridad y la estabilidad física y química de la operación al final de su vida útil, de acuerdo con las características del sitio.
Cada operación minera es única, por lo que en la elaboración e implementación de su cierre se consideran sus particularidades. Esto abarca aspectos ambientales, técnicos, económicos y sociales, haciendo del proceso un enfoque multidisciplinario basado en una planeación a corto, mediano y largo plazo. Además de cumplir con la normatividad aplicable, el plan establece los lineamientos y criterios para asegurar una ejecución progresiva, definiendo los recursos financieros y humanos necesarios en las distintas etapas de la operación.
Como parte de las actividades que se llevan a cabo durante una operación minera y que forman parte del plan de cierre, se encuentran la operación de viveros e invernaderos para la germinación de germoplasma de especies endémicas de la región, las cuales serán utilizadas para la restauración de las áreas que ya no son utilizadas, así como la implementación de programas para el rescate, reubicación, protección y conservación de las especies de flora y fauna presentes en el sitio.
Estabilidad geogímica
Estabilidad física
Desmantelamiento de infraestructura
Manejo del agua
Revegetación
Monitoreo y postmonitoreo
En 2023, los viveros e invernaderos operados por las empresas afiliadas alcanzaron una producción de 6.81 millones de árboles, de la cual el 30% se utilizó para reforestar áreas dentro de las operaciones mineras y zonas aledañas y el resto fue donado a organizaciones de la sociedad civil, instituciones de gobierno, universidad, entre otros, para contribuir a acciones de reforestación en otras partes del país.
2,355 hectáreas reforestadas en 2023 y 14,300 en los últimos 5 años
de árboles producidos en viveros e invernaderos
árboles plantados
hectáreas reforestadas
Además de donar parte de su producción, apoyan proyectos de reforestación en colaboración con las comunidades y con la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR). Estos proyectos tienen objetivo conjuntar recursos para incentivar la conservación de los bosques, al mismo tiempo que generan beneficios para las comunidades por sus servicios ambientales y oportunidades de empleo. Asimismo, brindan apoyo a las brigadas para la prevención y combate de incendios forestales.
De acuerdo con los datos reportados, en los últimos cinco años, ha plantado 14.38 millones de árboles, contribuyendo con la reforestación de 14 mil 300 hectáreas en nuestro país.
14.38 millones de árboles plantados, en los últimos 5 años, contribuyendo con la reforestación de 14 mil 300 hectáreas
Fuente: CAMIMEX
2019 |
2020 |
2021 |
2022 |
2023 |
|
Áboles plantados |
2,900,000.00 |
2,900,000.00 |
3,770,000.00 |
2,570,000.00 |
2,243,172.00 |
Hectáreas reforestadas |
3,000.00 |
2,600.00 |
3,816.00 |
2,535.00 |
2,355.00 |
Fuente: CAMIMEX
México es un país megadiverso. Proteger su biodiversidad es un trabajo de todos, las autoridades, las comunidades, los ciudadanos y las mismas empresas.
La minería es una actividad que se realiza en lugares remotos y para mitigar los impactos de sus operaciones, las empresas mineras implementan estrategias encaminadas a prevenirlos, compensarlos y reducirlos tanto como sea posible, mediante la adopción de las mejores prácticas de gestión de la biodiversidad.
Además de cumplir con las obligaciones establecidas en sus autorizaciones ambientales en materia de protección y conservación de la biodiversidad, implementan diversos programas en colaboración con instituciones gubernamentales y no gubernamentales, tanto nacionales como internacionales, así como académicas, para proteger y conservar distintas especies de flora y fauna, algunas de ellas consideradas en alguna categoría de riesgo, de riesgo, como el lobo mexicano, el venado cola blanca, el jaguar, el águila real y el águila calva, entre muchas otras.
Como parte de dichas acciones, algunas empresas operan Unidades de Manejo para la Conservación de la Vida Silvestre (UMA) o Predios o Instalaciones que manejan Vida Silvestre (PIMVS), e implementan programas de conservación.
Cada yacimiento es distinto, por lo que las alternativas para su restauración varían de una operación a otra, de acuerdo con sus particularidades. A continuación, se muestran algunas de las técnicas y procesos de restauración.
Técnica de hidrosembrado de taludes para la restauración de áreas ocupadas
Restauración ambiental de áreas ocupadas a través del metodo de regeneración de suelos con ganado
La gestión responsable de los residuos que generan en sus operaciones es parte de las estrategias que implementan las empresas afiliadas para reducir su huella en el medio ambiente, implementando las mejores prácticas y tecnologías encaminadas a mejorar la seguridad y reducir los riesgos relacionados con el manejo de dichos residuos.
Los residuos que genera el sector, en su mayoría, corresponden a impurezas de los metales que se procesan, jales derivados de la concentración de minerales metálicos, así como diversos residuos de los procesos metalúrgicos y químicos de la operación. Algunos ejemplos de las mejores prácticas que implementan son:
En el caso de los jales, residuos generados en las operaciones de separación y concentración de minerales, las empresas mineras cumplen con la normatividad aplicable, la NOM-141-SEMARNAT-2009 emitida por la SEMARNAT, para su disposición final en depósitos.
La seguridad de estos depósitos es una prioridad para el sector. Por ello, implementan las mejores prácticas internacionales para su diseño, construcción, vigilancia, mantenimiento y monitoreo, y llevan a cabo revisiones externas por terceros expertos, las cuales se encuentran contenidas en distintos estándares o lineamientos emitidos por organismos como la Comisión Internacional de Grandes Presas (ICOLD), Asociación Canadiense de Presas (CDA), Asociación Minera de Canadá (MAC) y el Consejo Internacional de Minería y Metales (ICMM).
En cuanto a los otros tipos de residuos generados en las operaciones, las empresas mineras los clasifican (como peligrosos, de manejo especial o sólidos urbanos) y dan un manejo adecuado conforme al marco jurídico vigente.
Aplican estrategias orientadas, en primer lugar, a prevenir o minimizar su generación. En caso de que esto no sea posible, implementan alternativas para su valorización a través del reciclaje o reúso, ya sea dentro de sus instalaciones o en colaboración con empresas autorizadas por las autoridades competentes para su manejo.