El agua, elemento indispensable y estratégico para las operaciones mineras, el bienestar de sus colaboradores, las comunidades y la conservación de la biodiversidad, es un recurso compartido; por ello, su gestión responsable, eficiente y sostenible es uno de los pilares fundamentales de las estrategias de desarrollo sustentable de las empresas mineras.
Como parte de sus estrategias para reducir su huella hídrica, implementan acciones encaminadas a:
Reducir su consumo de agua mediante estrictos controles.
Utilizar agua residual tratada en sus operaciones.
Implementar nuevas tecnologías para incrementar el porcentaje de recuperación en sus procesos.
Gestión de la conservación de la biodiversidad.
En las operaciones mineras, el agua es un elemento fundamental. Se utiliza principalmente en las actividades de extracción y beneficio, así como por el personal de la propia operación. Por ello, el uso eficiente del agua y el uso de fuentes de agua no convencionales son de sus principales objetivos.
El acceso al agua depende de su disponibilidad y, con base en ello, la autoridad competente (CONAGUA) otorga una concesión para su aprovechamiento en la zona donde se lleva a cabo cada operación. Además de contar con la concesión correspondiente, cada operación minera analiza de manera periódica la calidad del agua mediante laboratorios externos acreditados por la Entidad Mexicana de Acreditación, a través de pozos de monitoreo, y realiza mantenimientos preventivos y revisiones periódicas a sus instalaciones para prevenir fugas o derrames.
De acuerdo con el Sistema Nacional de Información del Agua de la CONAGUA para 2021, última información disponible, el volumen de agua destinado a satisfacer los distintos usos fue de cerca de 90 mil hm³. De acuerdo con los datos reportados, el volumen concesionado al sector minero afiliado en 2023 se mantuvo igual que el año previo representando un estimado del 0.27% del volumen total nacional.
El sector minero afiliado representa un estimado del 0.27% del volumen total nacional de agua concesionada
Mejorar la eficiencia en el uso del agua tiene como consecuencia que año con año disminuya la extracción y consumo de agua fresca. Para lograr lo anterior, utiliza aguas residuales tratadas en sus procesos industriales el sector implementa circuitos cerrados en sus operaciones con el objetivo de reutilizar el agua utilizada en sus procesos, alcanzando tasas de recuperación de cerca del 70%.
De acuerdo con la información reportada, el consumo de agua de la industria minera afiliada a CAMIMEX en 2023 se desglosa de la siguiente manera:
Fuente: CAMIMEX
Operan 100 plantas de tratamiento
En 2023, de acuerdo con los datos reportados, las empresas mineras afiliadas continuaron con la operación de 100 plantas de tratamiento.
En dichas plantas se tratan aguas residuales de servicios que incluyen agua proveniente de servicios sanitarios, de las operaciones, comedores, campamentos y, en algunos casos, aguas grises y negras de las comunidades y municipios cercanos a sus operaciones.
Cerca del 70% del agua consumida en 2023 proviene de aguas recirculadas
En el distrito de Fresnillo, donde operan tres de sus principales minas, se inició una estrategia multifacética para abordar el estrés hídrico mediante una serie de iniciativas. El primer hito se logró en 2009, cuando empezó a utilizar las aguas residuales municipales de la ciudad de Fresnillo para sus procesos industriales. En 2023 se dio un nuevo paso al firmar un convenio con el Sistema de Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento del Municipio de Fresnillo para rehabilitar y operar la planta potabilizadora de la ciudad. Esta planta tratará el agua de mina de una de nuestras unidades, destinándola al consumo de los residentes de la ciudad de Fresnillo, mientras que el agua rechazada del proceso de potabilización se utilizará en sus procesos industriales. En 2023, sus tres minas, Fresnillo, Saucito y Juanicipio, conjuntamente operan con un 76% de aguas negras municipales tratadas, lo que representa una reducción del consumo de agua de mina del 48% respecto al año anterior.
La empresa cuenta con una planta de tratamiento de las aguas negras en la ciudad de San Luis Potosí, las cuales son utilizadas en sus procesos industriales. Su construcción inició en 2008 y su operación en 2010, acumulando así, 12 años de operación. Con la firma de un convenio con el Organismo Municipal de Agua Potable y Saneamiento, la planta electrolítica de zinc ha sustituido su consumo de agua de primer uso por las aguas residuales tratadas, destinando el agua potable para el consumo de la población.
Durante el proceso de lavado, se recupera cerca del 90% del agua utilizada. Además, al no agregar químicos que puedan dañar los mantos acuíferos, no se contamina este recurso natural.
Con el objetivo de cumplir con su plan ambiental, la empresa realiza monitoreos de la calidad del agua tanto dentro de la unidad (pozos de monitoreo y áreas en proceso) como fuera de ella (ríos y otros pozos de monitoreo).
En 2023, culminó la primyra fase de su estrategia para disminuir el consumo de agua con el arranque de su nueva planta de beneficio. Diversas acciones e inversiones desde 2019 hasta la fecha han resultado en una reducción del consumo de agua de casi 2 millones de metros cúbicos al año, lo que representa una disminución de casi un 25%. Entre los proyectos realizados se encuentran: trituración verde, reúso de agua de enfriamiento de la planta, administración de pozos de agua, variando flujos de extracción vs. nivel de cisterna, control automático para suministro de agua de enfriamiento del aceite del molino autógeno (bajando un 83% el gasto de agua en su sistema) y la eliminación de agua fresca en cribados finos.