El sector minero afiliado contribuye de manera positiva al desarrollo social y económico de las comunidades aledañas a sus operaciones. Mediante procesos de diálogo abiertos y participativos, las empresas identifican las principales necesidades y preocupaciones de los habitantes, con el objetivo de trabajar juntos por un futuro compartido.
De manera respetuosa, corresponsable y coordinada con las autoridades y las comunidades, las empresas mineras enfocan sus esfuerzos en cerrar brechas en el acceso a servicios de salud y educación, generar oportunidades de desarrollo y colaborar para proveer servicios básicos como electricidad y agua potable.
Gracias a una comunicación constante y mecanismos de rendición de cuentas ha sido posible construir relaciones a largo plazo y de valor compartido, impactando de manera positiva la calidad de vida de los habitantes de las comunidades y de los colaboradores de las empresas mineras.
En 2023, las empresas afiliadas a la CAMIMEX invirtieron 2 mil 41 millones de pesos en programas y acciones en beneficio de más de 820 mil personas de las comunidades donde operan; recursos adicionales a los 8 mil 600 millones de pesos pagados por concepto de derechos y que eran destinados al extinto Fondo Minero.
En 2023, las empresas afiliadas invirtieron 2 mil 41 millones de pesos en programas y acciones en beneficio de más de 820 mil personas de las comunidades
El Centro Mexicano para la Filantropía (CEMEFI) y la Alianza por la Responsabilidad Social Empresarial por México (AliaR-SE) otorgan el Distintivo Empresa Socialmente Responsable a las empresas que implementan acciones de responsabilidad social empresarial y sostenibilidad que impactan de forma positiva a la sociedad. En 2023, 41 empresas mineras pequeñas, medianas y grandes fueron reconocidas con este galardón.
La unidad que caracteriza al sector minero mexicano se hizo presente para responder a los efectos devastadores del Huracán Otis, que afectó al Puerto de Acapulco y a las comunidades cercanas del estado de Guerrero, el 24 de octubre durante la XXXV Convención Internacional de Minería México 2023.
Acciones realizadas por el sector minero:
El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) presentó en 2023 el Índice de Rezago Social Longitudinal (IRSL), con el cual brinda datos que permiten hacer comparaciones en el tiempo a partir del cambio puntual en el índice y en el grado de rezago social.
El IRSL se construye con información sobre educación, acceso a servicios de salud, servicios básicos, calidad y espacios en la vivienda, y bienes en el hogar, correspondientes a los años 2000, 2005, 2010 y 2020 para el caso de los datos por localidad.
Las índices fueron elaborados por el CONEVAL con base en el Censo de Población y Vivienda 2000, 2010 y 2020, el II Conteo de Población y Vivienda 2005 y la Encuesta Intercensal 2015 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
En este marco, se observan reducciones en el rezago social en la medida que una proporción creciente de población de una determinada circunscripción tenga acceso a los servicios de salud, educación, condiciones de vida y a la disponibilidad de bienes en los hogares.
Al observar el comportamiento del IRSL en las 696 localidades mineras se tiene que, en promedio, este pasó de un valor de 1.88 en el año 2000 a 1.03 en el 2020, lo que significó una reducción de 45%, con lo cual las localidades mineras en los últimos 20 años evolucionaron, en promedio, de un grado de marginación medio a un grado de marginación muy bajo.
Fuente: CONEVAL
De acuerdo con el Índice de Rezago Social Longitudinal del CONEVAL, el grado de marginación en las comunidades mineras pasó de un nivel medio a un nivel muy bajo de entre el año 2000 y el 2020, y se mantuvieron por debajo del promedio nacional
Este abatimiento del rezago social ocurrido en las localidades mineras en los últimos veinte años se sustentó en una mejora general en los indicadores de salud, educación y condiciones de vida. Por ejemplo, el porcentaje de población de 15 años y más con educación básica incompleta se redujo de 74.02% en el año 2000 a 44.74% en el año 2020; la proporción de población sin derechohabiencia a servicios de salud se redujo de 66.81% a 19.70%; y el porcentaje de viviendas que no disponen de energía eléctrica se redujo de 17.20 a 4.47% en el mismo periodo de veinte años.
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Fuente: CONEVAL
De esta forma, mientras que en el año 2000 el 52.2% de las 696 localidades mineras se ubicaban en los estratos de bajo y muy bajo nivel de marginación, para 2020 esa proporción se elevó a 95.3%; con ello, la proporción de localidades mineras con alto y muy alto nivel de marginación se redujo del 24.5 al 1.4% del total.
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Fuente: CONEVAL
Al comparar estos avances significativos en la disminución del rezago social ocurridos durante los últimos 20 años en las localidades mineras con el resto de las localidades del país, se tiene que, si bien a nivel nacional también se presentó una disminución en los niveles de rezago, la situación en las localidades mineras se mantuvo permanentemente en mejores condiciones.
Mientras que en el año 2000, el valor del IRSL en las localidades no mineras alcanzó un valor de 2.45, lo que las ubicaba, en promedio, en un grado de marginación alto, en las localidades mineras su valor fue de 1.88, ubicando al promedio de éstas en un nivel de marginación medio.
Veinte años después, las localidades no mineras evolucionaron en promedio hacia un grado de marginación bajo con valor del índice de 1.38, mientras que las localidades mineras lo hicieron hacia un grado de marginación muy bajo con un valor del índice de 1.03.
Fuente: CONEVAL
Los avances en la disminución del rezago social en las localidades mineras en comparación con el resto de las localidades, muestra que las primeras están un paso adelante en el conjunto de indicadores que dan cuenta del acceso a los servicios y derechos que mejoran la calidad de vida.
Por ejemplo, mientras que en las localidades no mineras el porcentaje de población con educación básica incompleta fue en 2020 de 56.3%, en las mineras fue de 44.7%; en cuanto a población sin derechohabiencia, en las no mineras fue de 26.4% y en las mineras de 19.7%; y en cuanto a la proporción de viviendas sin electricidad en las no mineras fue de 8% mientras que en las mineras de 4%.
Fuente: CONEVAL
De acuerdo con el CONEVAL, mientras que en el año 2000 el 52.2% de las 696 localidades mineras se ubicaban en los estratos de bajo y muy bajo nivel de marginación, para 2020 esa proporción se elevó a 95.3%
A nivel estatal se puede observar un comportamiento similar. El Índice de Rezago Social Longitudinal en las localidades mineras presenta un nivel de rezago inferior en promedio al resto de las localidades en la entidad correspondiente. Por ejemplo, si se consideran los cinco principales estados mineros, a saber, Sonora, Zacatecas, Durango, Chihuahua y Guerrero.
Fuente: CONEVAL
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