Boletines

Minería mexicana del litio: siete razones por las que la nacionalización es un error

Los planes para nacionalizar la emergente industria mexicana del litio se basan en expectativas poco realistas y podrían enfrentarse a complejos problemas técnicos, legales y financieros, advierten expertos en minería.

Los planes para nacionalizar la emergente industria mexicana del litio se basan en expectativas poco realistas y podrían enfrentarse a complejos problemas técnicos, legales y financieros, advierten expertos en minería.

Una propuesta presentada al Congreso la semana pasada por el senador Alejandro Armenta Mier, del partido Morena, plantea que el metal empleado en la fabricación de baterías sea considerado propiedad exclusiva de la Nación y su producción sea controlada por el Estado.

El objetivo es garantizar que México obtenga el máximo beneficio de sus recursos de litio, cuyo pronóstico de demanda anticipa un aumento en los próximos años en medio del auge de los vehículos eléctricos.

BNamericas reseña los argumentos contrarios a la nacionalización presentados por expertos de la industria en los últimos meses, incluidas advertencias de que la medida es equivocada y se basa en información deficiente.

México no produce litio actualmente, pero esto cambiará cuando en 2023 Bacanora Lithium y su socio de riesgo compartido, Ganfeng Lithium, comiencen las operaciones comerciales de Sonora, proyecto de US$420mn.

LITIO: ARGUMENTOS EN CONTRA DE LA NACIONALIZACIÓN

1. Expectativas poco realistas

Las expectativas en torno al potencial económico del litio son desproporcionadas.

“El litio, no sé por qué razón, genera una expectativa en todas partes, en Chile y, por lo que he visto en México. Es una cosa impresionante, pero la verdad es que, si lo comparamos con el mercado de cobre, no tiene relación”, señaló la semana pasada el presidente del directorio de SQM, Alberto Salas, en un webinar organizado por la asociación mexicana de ingenieros de minas AIMMGM.

El consumo de cobre es de alrededor de 25 millones de toneladas (Mt) anuales, muy superior a las 800.000t de demanda de litio proyectadas para 2025 y las casi 300.000t de 2019, agregó.

En la propuesta del Senado, Armenta sostiene que el valor de los recursos de litio en México alcanza más de cuatro veces la deuda soberana del país y proclamó al metal como una solución a los actuales problemas económicos de México.

2. México no alberga el mayor depósito de litio

El senador Armenta señaló que el estado de Sonora alberga el depósito de litio más grande del mundo, afirmación que ha cobrado fuerza en los medios mexicanos en la ofensiva para nacionalizar la industria.

Sin embargo, no es el caso.

Sonora, con mucho el proyecto de litio más grande y avanzado de México, es eclipsado por el salar de Uyuni en Bolivia, el salar de Atacama en Chile y Caucharí-Olaroz en Argentina, según cifras compiladas por BNamericas el mes pasado.

"Tenemos un depósito grande, pero no el depósito más grande del mundo", señaló Eric Carter, director del proyecto Bacanora, en el webinar de AIMMGM.

3. Recursos limitados de litio

Además del activo Sonora, México no tiene proyectos de litio avanzados ni significativos.

El metal empleado en la fabricación de baterías se ha detectado en 57 ubicaciones a nivel nacional, pero las perspectivas de desarrollar operaciones de litio económicamente viables son débiles por sus bajas concentraciones y la presencia de impurezas, indicó Flor de María Harp Iturribarría, directora del Servicio Geológico Mexicano (SGM), en el evento de AIMMGM.

La única licencia minera vigente se encuentra en La Ventana, la principal concesión del proyecto Sonora, y actualmente se tramitan solicitudes para cuatro proyectos mucho más pequeños.

Tres de ellos —Alondra en el estado de Jalisco, y Los Arcos y Los Picos en Sonora— cuentan con estimaciones de recursos.

Son proyectos sedimentarios, con leyes que van de 150 a 1.600 partes por millón (ppm).

"Cómo anomalía geográfica es buena, pero para el procesamiento metalúrgico que se requiere todavía esta concentración se considera baja", señaló Harp.

4. Problemas geológicos

Gran parte del potencial de litio de México se aloja en sedimentos o rocas duras, condición que resulta menos rentable que procesar salmueras.

De las 57 ubicaciones que contienen litio, 22 son de roca dura y 11 sedimentarias, precisa Harp.

El yacimiento Sonora, en arcilla, solo es viable económicamente gracias a la elevada concentración del metal, con 2.650ppm en recursos y 3.480ppm en reservas.

5. Nacionalización socavará avances

Otro argumento en contra de la nacionalización es que corre el riesgo de socavar los avances en Sonora.

"Este es un plan extremo que desviaría por completo el progreso de la construcción de una industria de litio en México hasta la fecha", dijo a BNamericas el director de investigación de VSA Capital, Oliver O'Donnell, consultado sobre la eventual nacionalización en junio.

6. Consideraciones prácticas

Cualquier operación minera de litio administrada por el Estado enfrentará importantes complicaciones técnicas y financieras.

Sonora se beneficia del liderazgo y experiencia técnica mundial en la industria del litio tanto del equipo de gestión de Bacanora como el de Ganfeng. Una empresa nacionalizada tendría que replicarlo.

"Aunque se puede discutir sobre los beneficios ideológicos de la nacionalización, simplemente no es práctico en el caso del litio, donde la experiencia técnica en producción es absolutamente vital", señaló O'Donnell, de VSA.

Financiar una mina importante o avanzar en la exploración también será costoso y riesgoso.

“No creo que el Estado mexicano tenga la posibilidad de invertir millones de dólares en desarrollar o explorar concesiones mineras”, dijo a BNamericas en octubre Jorge Ruiz, socio de las oficinas en Ciudad de México y Ciudad Juárez del estudio jurídico Baker McKenzie.

7. Impugnaciones legales

Cualquier cambio en la legislación probablemente no afectará las concesiones actuales, como las del proyecto de Sonora, que están protegidas por la ley mexicana.

“Realmente dudo que [las autoridades] puedan cancelar o revocar con éxito esas concesiones de litio que ya se otorgaron”, agregó Ruiz, de Baker McKenzie.

Cualquier intento de hacerlo se enfrentaría a impugnaciones legales.
 

Fuente: Bnamericas